¿Quieres una verdadera alegría y una paz maravillosa?
¿Quieres una verdadera alegría y una paz maravillosa?

¿Quieres una verdadera alegría y una paz maravillosa?

La mayoría de las personas buscan la felicidad tratando de mejorar sus vidas. Mucha gente piensan que tener dinero o posesiones materiales, o buena apariencia, o tener poder, son las claves para ser feliz. Pero solo necesitas leer revistas o periódicos para darte cuenta que las personas famosas, ricas, atractivas y poderosas no son felices. Ponte a pensar en Elvis, Heath Ledger, Brad Pitt, la princesa Diana o Michael Jackson. Estas estrellas se volvieron adictos a las drogas o al alcohol; se divorcian varias veces, están deprimidos, y separados de sus familias. Algunos incluso se suicidan o mueren por una sobredosis de drogas. ¿Por qué es que todas esas cosas que nuestra cultura dice nos harán felices, no funcionaron para ellos? De hecho, encontraron esas cosas vacías, y se sintieron muy desdichados. Necesitamos darnos cuenta de que la felicidad es frecuentemente muy transitoria. Lo que estas buscando, ¿es suficiente? ¿te traira Satisfaccion?

La alegría es mucho mejor que la felicidad porque no depende de circunstancias externas. La alegría viene de por dentro. Puedes verlo en la cara y en el lenguaje corporal de una persona. A lo mejor puedes cantar «Alegría para el mundo» en Navidad, pero ¿has experimentado esa alegría usted mismo?

¿Dónde encontrar la paz?

La paz elude a muchas personas. Sus almas se sienten atribuladas la mayor parte del tiempo. Tratan de ahogar su falta de paz con alcohol o drogas o actividad o devoción a una causa. Pero eso es sólo negación.

Estas personas pueden estar ansiosos por la economía o un trabajo. A menudo hay batallas dentro de la propia familia. ¿Por qué es que la mayoría de los matrimonios terminan en divorcio? Siempre va a ver mucho de qué preocuparse: política, medio ambiente, calentamiento global, hambrunas en África, desastres naturales, guerras, etc.

Incluso aquellos que «lo tienen todo», nuestros ídolos de los medios, con sus hermosas casas, fama, autos exóticos, viajes por el mundo, experimentan solo breves períodos de satisfacción. La verdadera paz tiene que venir del interior. La paz interior está ahí, pase lo que pase. Las personas que la tienen saben que su futuro es seguro. No se preocupan por las cosas que hacen otras personas, y las cosas que están fuera de su control. Ellos saben adónde ir en busca de refugio y esperanza. Ellos superan las tormentas de la vida con fuerza. Tambien, pueden ser una roca de fortaleza y disciplina para los demás. Estas personas viven su vida como deben. Si quieres la paz, y casi todos los humanos la quieren, ve a la fuente de la paz, al Príncipe de la Paz, y saciate.

Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

— Isaías 9:6 (alrededor del 700 a. C.)

Algunas personas se conectan con Dios debido a enfermedades, adicciones, corazones rotos o alguna otra dificultad. Ellos intentaron una vida sin paz, llena de ansiedad, depresión, ira, dolor, e inseguridad. Probaron libros de autoayuda, terapeutas, amigos, familia. Ninguno de estos medios proporcionó el alivio o la paz que buscaban. Pero no todos encuentran a Dios a través de la necesidad.

Otros conectan con Dios a través del éxito, después de encontrarlo vacío. Robert lo tenía todo: buena apariencia, buen estado físico, respeto, una hermosa esposa, dulces hijas jóvenes, un automóvil deportivo muy agradable y una casa nueva. Tuvo un gran éxito en su profesión, que pagaba bien y lo colocó a él y a su familia en Alemania durante muchos años. Sus amigos y compañeros se acercaban a él, le daban palmadas en la espalda y lo felicitaban cada vez que lo seleccionaban para un ascenso, una capacitación especial o una nueva asignación. Pero solo hubo unas pocas veces en las que realmente se sintió feliz o contento. Cualquiera que lo mirara diría, “lo tiene todo”, y logro el exito, según la mayoría de la gente. Pero había algo que faltaba en su vida; el podía sentirlo, era algo palpable. Se dio cuenta que estaba buscando la paz a través del poder, la apariencia, el dinero, su posicion y el éxito. Todo esto a veces puede traer felicidad temporal, pero no satisfacen ni traen paz verdadera. Finalmente, Roberto encontró paz (y alegría y amor) cuando encontró a Jesucristo. Dios nos ha diseñado para una relación con Él y solo eso trae la verdadera paz.

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